El Líbano, oficialmente República del es un país de Oriente Próximo. Era hasta los años '70 el centro financiero de Oriente Próximo, que le valió el sobrenombre de « la Suiza de Oriente Próximo». Esta opulencia monetaria fue rota por el terrible enfrentamiento civil entre libaneses (1975–1990), que destruyó un equilibrio político ejemplar. Las luchas internas y los conflictos con Israel —que invadió el país en 1982— aún perduran.
Hacia julio de 2006 el país había recuperado un considerable grado de estabilidad y desarrollo, la reconstrucción de Beirut estaba casi completa y un número creciente de turistas volvía a acudir al país. Entonces se produjo la guerra del Líbano de 2006, de un mes de duración, entre el ejército de Israel y Hezbollah, la cual causo un número significante de muertes civiles e importantes daños en la infrastructura del país. El 14 de agosto se alcanzó el alto al fuego tras un llamamiento del Consejo de Seguridad de la ONU.
El significado de la bandera no es claro, pero el blanco es el color de los yemenitas y maronitas, en tanto que el rojo es el de los kaisitas. El símbolo del país es el cedro, cuyos bosques cubrían todo el Líbano en la Antigüedad y cuya madera era uno de los principales productos de exportación.
En materia religiosa un 59,7% de los libaneses son musulmanes, un 39% son cristianos, principalmente maronitas, con importantes comunidades ortodoxas, católicos orientales, ortodoxos armenios, católicos armenios, asirios, católicos caldeos y protestantes.
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